Senadores de PRI, PRD y PT advirtieron que, sin presentar pruebas, no se puede acusar a los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de sabotear instalaciones eléctricas.
El perredista Carlos Navarrete dijo que no dará credibilidad a la versión de las partes en conflicto, porque si el gobierno federal “ya diagnosticó” que hay sabotaje detrás de los recientes apagones y accidentes ocurridos en las instalaciones eléctricas, ello puede ser parte “de su interés por acorralar al SME y de cargarle todas las responsabilidades”.
Demandó por ello que haya una investigación seria de lo que ocurre con el servicio eléctrico en la ciudad y la zona centro del país, pero que no sólo quede a cargo del gobierno, que es parte interesada, sino de instituciones imparciales, como el Instituto Politécnico Nacional, a fin de que evalúen lo que realmente pasa.
Mientras, el presidente de la Comisión de Energía del Senado, Francisco Labastida Ochoa, recalcó que hasta ahora todo son dichos de autoridades federales, pero no hay pruebas de que intencionalmente se hayan causado daños que dieron origen a apagones.
“Si tienen pruebas que las presenten y además que nos informen”, recalcó el priísta. A su juicio, de comprobarse el sabotaje se debe aplicar la ley, pero el gobierno de Felipe Calderón debe resolver el conflicto con el SME. “Yo intensificaría las pláticas de avenimiento y de concordia para la solución de las demandas [de los trabajadores].”
“Campaña sucia”
El coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, señaló que los integrantes del SME han mantenido su movimiento en defensa de su fuente de empleo, dentro de la legalidad y las acusaciones de sabotaje forman parte de la “campaña sucia” que Calderón ha emprendido contra los trabajadores.
“Todo mundo sabe –dijo– que el sistema eléctrico en el Distrito Federal está a punto de tronar y que la gente que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) puso en lugar de los trabajadores del SME no tiene capacidad para operarlo”; por ello los accidentes y apagones.
Recordó que desde un principio, el SME denunció que se había puesto a gente sin experiencia ni capacidad para operar el sistema y es obvio que perdieron el control. Además, agregó, quieren acabar con un grupo de trabajadores que no ha dejado de luchar por la vía pacífica y que tiene a varios de sus integrantes en huelga de hambre”.
(La Jornada)
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