Por Circles Robinson
HAVANA TIMES, 24 de febrero - A finales de marzo del ano pasado,, mi
esposa y yo entramos en la iglesia Nuestra Señora del Carmen que se
encuentra ubicada en la calle Infanta, en Centro Habana, Cuba, justo
cuando comenzaba la misa de Domingo de Resurrección.
A diferencia de lo que puedan pensar algunas personas, el ambiente era
similar al de cualquier iglesia católica en un país latinoamericano.
Las puertas estaban abiertas y los devotos de varias edades estaban
tranquilos y a gusto. La iglesia estaba por un 75 por ciento llena.
Saludé a un antiguo colega de una agencia de noticias cubana que se
encontraba en una de las últimas filas.
Nos fijamos en la bella construcción adornada al estilo barroco,
inaugurada en 1927, con su altar principal y colateral y atractivas
obras de arte, incluyendo el piso, los mosaicos, el techo, los murales
en las paredes y la espectacular decoración del púlpito hecho con
madera preciosa.
Al comienzo de la misa el sacerdote que la celebraba, y que por su
acento parecía español, habló sobre el carácter festivo de la fecha,
recordando la resurrección de Cristo como “el día más importante” del
calendario Apostólico. Le recordó a los presentes que sus
contribuciones serían depositadas “en las manos” del Cardenal Ortega y
usadas principalmente en proyectos, para reparar iglesias en las
diferentes parroquias.
Ni mi esposa ni yo practicamos religión alguna, pero esta no era la
primera vez que entrábamos en un lugar religioso en Cuba para observar
el ambiente. También hemos ido a ceremonias de religiones
afrocubanas, que provienen de una mezcla de la religión del África
Occidental con el catolicismo romano, y en los tiempos de la
esclavitud aparentaba que los negros se habían convertido a la
religión de sus dueños católicos.
La influencia de la religión cubana de origen africano es muy palpable
en las calles, en la vestimenta y en los accesorios. Las personas que
se inician en la religión se visten de blanco desde los pies a la
cabeza durante tres meses o más. Collares de diferentes colores, así
como pulsas y pañuelos, sombreros y sombrillas, etc., también tienen
su significado. El sonido de los tambores, que con frecuencia llega
hasta las calles, acompaña las ceremonias religiosas junto con bailes
improvisados y sensuales.
La influencia de la religión cubana de orígen africano es muy palpable.
Nuestros antiguos vecinos y compañeros de trabajo pertenecen a una
mezcla de religiones, y otros son ateos, algo normal en cualquier
barrio o comunidad en Cuba.
Una mirada a las páginas amarillas de la guía telefónica del 2008
muestra en total 129 iglesias y casas de cultos. Esto incluye:
iglesias Católicas, Bautistas, Adventistas, Metodistas, Episcopales y
Pentecostales. La santería, que generalmente se practica fuera de las
casas, tiene muchos seguidores, mientras el número de judíos y
musulmanes es muy pequeño.
Nosotros también tenemos amigos y conocidos que participan en el
movimiento ecuménico basados en organizaciones cívicas que trabajan
conjuntamente con instituciones gubernamentales para enfrentar
problemas sociales como el alcoholismo, la drogadicción y la violencia
doméstica, haciendo énfasis en la toma de conciencia de la población.
Papeles separados
En muchos países católicos la separación de la Iglesia del Estado es
meramente nominal. La Iglesia todavía interviene en casi todos los
asuntos. Los grupos evangélicos, frecuentemente con apoyo de los
Estados Unidos, también tratan de dirigir cómo deben vivir todas las
personas basándose en el miedo al diablo y sus asociados.
Pero la situación en la Cuba actual es bien diferente. Aunque las
puertas de las iglesias se mantienen abiertas para todo el que quiera
ir, no existe una omnipresencia religiosa en todos los aspectos de la vida.
Pese a ello los cubanos pueden considerarse un pueblo religioso pero
no fanático, y tendiente a una práctica poco institucionalizada y muy
ligada al sincretismo. Además en la historia cubana ha existido una
praxis antieclesial y anticlerical dentro de sectores del catolicismo
de base, de sesgo independentista y socialmente progresista.
Uno no se siente invadido por mensajes religiosos en altavoces, en
autobuses, en la radio o en la televisión, como ocurre en diferentes
países latinos y en partes de Norteamérica. Igualmente, las
religiones cubanas tienen acceso limitado a los medios de comunicación.
El Consejo de Iglesias de Cuba tiene un programa radial una vez al mes
llamado “El Evangelio en Marcha” por CMBF, se proyecta por la
televisión algunas misas significativas (Semana Santa, Navidad) desde
el Vaticano y celebraciones desde la isla tanto católicas,
protestantes como de otras religiones (religiones cubanas de origen africano).
Algunas personas, usualmente de mediana edad o mayores, usan con
frecuencia la frase “gracias a Dios”, refiriéndose a algo bueno que
haya ocurrido; pero la frase “si Dios quiere”, muy común en
Centroamérica y México, se escucha muy raramente como signo de resignación.
Los días festivos católicos pasan prácticamente inadvertidos por una
buena parte de la población, especialmente por las generaciones más
jóvenes. Justo antes de que llegara la Semana Santa, realicé una
encuesta entre algunos conocidos que reveló que la mayoría no tenía la
más mínima idea de qué días del año serían la fechas.
Los días festivos religiosos no aparecen en los calendarios y casi
nunca se mencionan en los noticieros nacionales de la televisión.
Algunos trabajadores del turismo conocen esta fecha solo porque
durante esta semana vienen muchos turistas a la isla.
Sin embargo, hay festividades santorales que si tienen conocimiento
generalizado en la isla como: San Lázaro, Santa Bárbara, La Caridad
del Cobre, Las Mercedes y la Virgen de Regla.
Ninguna influencia en políticas de educación y salud
La cero influencia de la religión en los cuidados de salud y en el
sistema educacional cubano, así como en la política, es uno de los
cambios más significativos que trajo consigo la Revolución cubana
desde sus inicios.
La Constitución no permite educación religiosa en escuelas públicas de
primaria o secundaria o el funcionamiento de escuelas privadas,
excepto algunas escuelas internacionales para los hijos de diplomáticos.
Sin embargo, en la Universidad de la Habana existe en la Facultad de
Filosofía una asignatura llamada Sociedad y Religión, el Departamento
de Estudios Socior-religiosos del CIPS del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente también contribuye a las investigaciones y
estudios sobre la religión en Cuba, etc.
Además algunos institutos teológicos y centros de educación e
inspiración cristiana han abierto sus puertas a la educación civil,
por ejemplo: Aula Fray Bartolomé en la Iglesia de San Juan de Letrán
(Vedado), Instituto Superior de Estudios Bíblicos y Teológicos ?
ISEBIT (Vedado), Centro Memorial Martin Lutther King Jr., Centro
Cristiano de Reflexión y Diálogo (Matanzas), Seminario Evangélico de
Teología (Matanzas), Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar A. Romero,
Centro de Estudios del Consejo de Iglesias de Cuba, Centro Lavastida
de Santiago de Cuba entre otros.
Con la religión fuera del camino, los temas de salud reproductivo y el
control de la natalidad o las infecciones de transmisión sexual (ITS)
son tratados como asuntos científicos y no como problemas morales. Se
hace énfasis en las escuelas en la educación sexual y el control natal
está disponible de acuerdo con la demanda. Toda la información y el
tratamiento para las ITS están a la mano de los adolescentes y de los adultos.
El uso del condón es promovido en la televisión como parte de la
campaña contra el VIH-SIDA por parte del Ministerio de Salud. Esto, a
diferencia de otros países donde la iglesia católica y otras
religiones conservadoras controlan el poder político, y se les niega
información a los jóvenes, diciéndole que la abstinencia es la respuesta.
El tema del aborto, una de las perennes luchas políticas de Estados
Unidos y otros países, no es un tabú en Cuba. Los abortos se pueden
hacer en cualquier parte del sistema de salud, y la decisión de tener
un embarazo o no, le compete a la mujer. Aquellos que consideran
incorrecto realizar un aborto tienen completa libertad de prescindir
de este servicio.
La mayoría de las cubanas, especialmente de zonas urbanas, prefieren
terminar su educación y comenzar sus carreras antes de tener sus
hijos, y casi todas deciden tener solo uno o cuando más dos hijos.
Sin tabúes propagados por conservadores religiosos, los cubanos en
general son más abiertos en cuanto al sexo y la sexualidad que otros
países latinos. Sin embargo algunas iglesias evangélicas y
protestantes se han quejado ante el gobierno y Partido sobre las
libertades en materia sexual.
Antecedentes religiosos en Cuba
Aunque algunos investigadores dicen que el catolicismo nunca fue tan
enraizado en Cuba como en otros países de Latinoamérica, la BBC afirmó
cuando el Papa visitó a Cuba in 1998, “que 85% de los cubanos decían
que eran Católicos cuando triunfo la revolución en 1959.
Otros estudios ponen el porcentaje de “devotos” católicos por debajo
del 50 por ciento, incluso antes de la Revolución. La mayoría de los
estudiosos coinciden en que la iglesia católica era más fuerte entre
la clase alta y media debido al pasado colonial español de la isla.
La jerarquía de la iglesia fue acusada por los jóvenes revolucionarios
de ser fiel aliada a la clase pudiente y de vivir mano a mano con la
dictadura batistiana. Así que no fue una sorpresa que poco después de
que Batista se fue del país, la mayoría de los sacerdotes católicos,
extranjeros en su mayoría, también se fueron.
Otros fueron expulsados con colaborar con la contrarrevolución, a la
vez que había sacerdotes que se identificaron con el ideario y medidas
revolucionarios. Uno de ellos, el Padre Guillermo Sardinas, ostentaba
el grado de Comandante del Ejército Rebelde mientras que el
franciscano Blain desde las páginas de la Quincena escribía sobre la
necesidad de que los católicos defendieran y se identificaran con la
Revolución.
Aunque no era prohibida, durante las décadas de los 70 y los 80 la
religión era mal vista. Desde las esferas del poder, se creía que
aquellos que practicaban la religión tenían lealtad dividida y por lo
tanto no podían ser miembros del Partido Comunista de Cuba o tener
posiciones importantes. La causa esencial fue la declaración de un
estado ateo y la introducción del marxismo por manuales soviéticos.
En 1992 una Enmienda constitucional convirtió a Cuba en un estado
laico en lugar de un Estado ateo, abriéndoles las puertas a aquellos
que practicaban alguna religión que ya podían ser miembros del
Partido. Las creencias religiosas ya no eran vistas como un obstáculo
para participar en el proceso revolucionario.
Desde los 90 la iglesia católica ha incrementado su visibilidad, pero
no así su influencia en políticas públicas. Actualmente, más del 62%
de los sacerdotes y religiosas son extranjeros, provenientes de 39
nacionalidades. Navidad fue puesto nuevamente como un día feriado en
1998, pero la Iglesia se mantiene alejada de la política y no tiene
espacio alguno en la política gubernamental.
La santería ?que muchos creen compite con la religión católica en el
número de seguidores- ha ganado un mayor reconocimiento en la sociedad
con la Revolución, al ser tratada por el gobierno igual que todas las
religiones.
Cuba y el Vaticano coinciden en muchos asuntos
Las relaciones del Vaticano y el gobierno cubano son cordiales y
francos. En realidad coinciden en diversos asuntos internacionales
incluyendo la oposición a las guerras de agresión como la invasión y
ocupación de Estados Unidos en Irak y la importancia de luchar contra
la pobreza en todo el mundo.
El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone visitó a Cuba
en el 2009 e hizo énfasis en la oposición del Santísimo al bloqueo
impuesto por Estados Unidos contra la isla. Cuando el Papa Juan Pablo
II visitó el país 10 años antes, se entrevistó con el líder cubano
Fidel Castro.
El Cardenal Bertone expresó, durante su visita, el deseo de la iglesia
católica de desempeñar un papel más importante en la educación y tener
acceso a los medios de prensa, pero hasta ahora el gobierno no ha
accedido. El hecho de que sea de ese modo, diferencia a Cuba de
muchos países de las Americas donde la iglesia juega un papel más
protagónico. Sin embargo, las revistas y libros de cualquier religión
circulan libremente por todo el país, además el Consejo de Iglesias de
Cuba tiene un espacio radial todos los meses en la emisora CMBF.
En Cuba se respeta el derecho de todos de profesar una religión o no.
Pero lo que más aprecio de este país en este asunto es la falta de
fanatismo religioso y el hecho de que la educación y el sistema de
salud son estrictamente no religiosos.