Las quinceañeras del Bicentenario tuvieron una fiesta bajo la lluvia.
Sin importar el aguacero que cayó sobre paseo de la Reforma, las 382 jovencitas bailaron, mientras el agua deshacía los peinados de salón, estropeaba los elegantes vestidos y hacía estragos en el maquillaje que durante horas se empeñaron en colocarse.
El Instituto de la Juventud había considerado la posibilidad de posponer el evento, pero a petición de las quinceañeras y bajo el argumento de ser una ocasión especial de que las jóvenes son rebeldes por naturaleza, no se canceló el baile masivo.
Debido a la precipitación la participación del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard se limitó a una felicitación para las muchachitas y a un grito de "¡Sí se pudo, sí se pudo!".
En el programa estaba establecido la entrega de tarjetas de la Red Ángel y la presentación de un regalo sorpresa, que al final no se dio.
Las 382 mujeres terminaron empapadas y congeladas, pero contentas por su fiesta de quince años.
(El Universal Online)
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