Sir Elton John logró una nueva conquista para su legendaria carrera, ahora en esta emblemática ciudad maya, tras ofrecer antes miles de seguidores el “Concierto de la noche del Sol”.
El polvo y lo empedrado del camino de la zona de acceso a VIP Platino, hizo trastabillar a más de una mujer, de las miles que acudieron junto con su pareja a escuchar a Elton durante más de dos horas.
Una de estas mujeres, la autoridad más importante de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, llegó 15 minutos antes, ataviada con un elegante vestido azul eléctrico y ceñido que la hacía verse en extremo delgada.
Alzando los dedos de los pies para no caerse, posó para las cámaras, sonrío y prosiguió su camino hasta que una reportera preguntó por el nombre del diseñador de su vestido.
De inmediato se acercó a la valla que separaba a la prensa de las personalidades y expresó: "Es Brígida, una costurera de mi pueblo".
Por el mismo camino pedregoso y polvoriento por el que cruzó la mandataria, también lo hicieron los integrantes de la familia Barbachano, dueña aún de una gran extensión de Chichén Itzá, que esta semana vendió parcialmente en 220 millones de pesos.
Los Barbachano hicieron su triunfal entrada como si estuvieran en "alfombra roja", confundiéndose con personalidades del espectáculo como Marta Sánchez, Diego Verdaguer y Amanda Miguel, Christian Bach y sus hijos Emiliano y Sebastián Zurita, entre otros.
Para los menos agraciados y sin posibilidad de pagar 15 mil pesos para estar lo más cerca de Elton John, el “Concierto de la noche del Sol” fue "espectacular", pese a la lejanía visual, pero compensada con sus interpretaciones, cuyo sonido dejaba escuchar su magistral dominio del piano y su potente voz.
El director del Patronato Cultur, Jorge Esma Bazán dio, la bienvenida y agradeció la presencia del secretario federal de Educación, Alonso Lujambio Irizábal, aunque estuvo ausente.
Ello, según revelaron empleados del gobierno estatal, fue por motivos del video que se grabó del acto.
Empero, omitió mencionar a la secretaria de Turismo, Laura Guevara, quien sí estaba presente en el evento.
A lo largo de toda la zona arqueológica, niños y niñas, ataviadas con pulcros trajes tradicionales daban la bienvenida a los visitantes, pero una vez iniciado el concierto corrieron en pos de las pantallas gigantes para de inmediato sacar modernos celulares y grabar fragmentos del concierto.
En tanto, agazapados básicamente en torno al escenario, al menos unos 20 elementos de Protección Civil estatal se mantuvieron alertas, con extinguidores en mano, para actuar en caso de alguna contingencia.
Por su parte, personal de urgencias y de protección de la Secretaría estatal de Seguridad Pública, vestidos de civil y uniformados, se mantenía atento para garantizar la seguridad física los asistentes al concierto.
A su vez, cientos de policías estatales y federales se mantenían atentos en las vías de acceso a la ciudad maya, así como en los cinco estacionamientos habilitados para el concierto, a fin de evitar accidentes viales, así como agilizar el tránsito.
El músico británico no provocó desmayos ni dolores de cabeza; sin embargo, algunas personas sufrieron de estos malestares debido al inclemente calor que se sintió durante la tarde y parte de la noche, lo que provocó la intervención de personal de la Cruz Roja.
A diferencia de conciertos anteriores, las filas para ingresar al sitio arqueológico y presenciar el evento fueron cortas, debido a que se permitió el ingreso desde las 17:15 horas y muchas personas llegaron temprano para evitar embotellamientos.
Así, tras dos horas y 10 minutos de concierto, Elton John tocó los últimos acordes en su impecable piano negro y con reverencias, así como con un agradecimiento previo a sus músicos, dio por terminada su nueva conquista musical, ahora, en las legendarias y románticas tierras del Mayab.
(Crónica)
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