jueves, 23 de diciembre de 2010
¿Cómo le hace Santa para entregar los regalos?
Imaginemos cómo es que Santa Claus, hombre regordete y entrado en años, entrega los regalos. Imaginemos que su fama como dadivoso es cierta y su tarea de llevar regalos a los dos mil millones de menores que hay en el mundo de acuerdo con la UNICEF, es realidad. Entonces, ¿cuáles serían sus opciones para cumplir con esta tarea?
Roger Highfield, autor de La física de Navidad, calculó que en la noche del 24 de diciembre, Santa tendría que hacer casi 850 millones de paradas y, si viajara en sentido opuesto al de la rotación de la Tierra, tendría otras 24 horas para cumplir con su misión. Sin embargo, el tiempo seguiría siendo insuficiente.
Santa debería viajar realmente rápido para cumplir con semejante empresa. Esa es la clave.
Según Highfield, editor de la revista especializada New Scientist, para que Santa pueda llevar a cabo su tarea tendría que viajar a la velocidad de la luz: 300 mil kilómetros por segundo.¿Puede Santa? Claro que no. Por suerte, la física moderna puede ayudarlo a cumplir la entrega.
"Nadie lo ha visto, pero eso no significa que no exista", le dijo a BBC Mundo desde los laboratorios del Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra, el doctor en Física Experimental de Altas Energías, Daniel Tapia.
"Quizá la razón por la cual Santa Claus nunca ha sido visto es porque, al menos por esa noche, se comporta como un fenómeno cuántico", señaló el experto.
"En mecánica cuántica, el principio de incertidumbre de Heisenberg nos dice que si conocemos una variable muy bien, la otra variable no la podemos conocer con precisión. Podemos saber a qué velocidad viajará Santa, pero no su posición".
Así es como Santa puede ser una superposición de estados cuánticos, es decir, una suma de muchos santas que se reparten por todo el planeta. ¿Pero qué pasa si Santa es visto?
"Se conocería su posición exacta, lo cual provocará que el estado cuántico colapse y que ya no se puedan repartir más regalos", asegura con desilusión el investigador.
Así que la maravilla de Santa depende de que nunca lo veamos, pues si lo llegamos a ver, deja de existir.
Pero Santa puede querer evitar esto, así que apelaría a su conocimiento de la teoría de la relatividad de Einstein; crearía una nube de relatividad, dentro de la cual el espacio, el tiempo y la luz se perciben de una manera totalmente diferente a como se perciben fuera de ella.
De acuerdo con Larry Silverberg, profesor de Mecánica e Ingeniería aeroespacial de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, Santa tendría meses para hacer sus entregas y para nosotros ese tiempo no significaría mas que un abrir y cerrar de ojos.
Aunque, tal vez Santa quiera dejar atrás las molestias de salir en trineo y arriar a un grupo de renos rebeldes, podría hacer las entregas desde la comodidad de su casa.
Podría aplicar el descubrimiento de científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe de Alemania y del Imperial College de Inglaterra, quienes lograron poner un objeto microscópico en un bulto de nanoestructuras de oro que distorsionaron la luz para darle la vuelta al objeto de forma tal que se volvió invisible.
De acuerdo con Gerardo Herrera, físico del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de México (CINVESTAV), Santa colocaría los regalos con más calma días antes de Navidad. Los dejaría fuera de la mirada de los niños con una cubierta de nanoestructuras que los hiciera invisibles hasta que la noche del 24 de diciembre, con una simple llamada de celular y haciendo uso de los recursos de computo GRID, los hiciera aparecer desde la comodidad de su casa en el Polo Norte.
Una opción más sería pedirle una mano a la NASA, "en la actualidad, la NASA cuenta con varios sistemas de propulsión y tecnologías de dispersión de calor, pero ninguna -hasta donde yo sepa- podría aproximarse a satisfacer las necesidades de velocidad que requiere Santa Claus para viajar", aseguró Mundo Clinton Cragg, ingeniero principal del Centro de Ingeniería y Seguridad de la NASA (NESC).
Es por lo anterior que Santa puede querer ser más terrenal, menos espacial y centrarse en la importancia de la logística.
Ian Silverton, director de operaciones de Fedex en España y Portugal, coincidió con esa opinión y señaló que "si Santa le pidiera prestada su herramienta tecnológica estrella, le daría el tracking and tracing (seguimiento y rastreo)".
Otra posibilidad sería algo parecido al Delivery Information Acquisition Device (DIAD IV) de UPS, pues su batería dura casi todo un día, cabe en una mano, tiene 128 megabytes de memoria y funciona con el sistema operativo Windows CE.NET.
Gracias a las redes inalámbricas, Santa Claus podría retransmitir datos en tiempo real, recibir información de último minuto sobre algún niño que siga despierto y aprovechar al máximo su posición geográfica para hacer la mayor cantidad de entregas en el menor tiempo posible.
Es así como, echando mano de la imaginación, de la ciencia o la tecnología, un solo hombre, regordete y entrado en años, seguro podría cumplir con la ilusión de todos los niños del mundo de recibir un regalo en Navidad.
(El Universal)
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